Ahora
que no estás, todas las cosas que escribo parecen vacías, me sobran las
palabras e irónicamente, al mismo tiempo tengo la sensación de que me faltan. En
estos meses he intentado mantenerme cuerdo; pero lo cierto es que la realidad
sin tus latidos poco inspira. La memoria me traiciona con señales inexistentes,
vacías.
Ayer,
caminando por una plaza bastante concurrida me llegó el aroma de tu perfume,
volteé de súbito, emocionado, dando paso inmediato a la decepción.
No eras tú… Estuve a punto de reclamarle a la portadora de tu aroma, sin embargo me contuve y terminé consiguiendo el número de la chica en cuestión.
No eras tú… Estuve a punto de reclamarle a la portadora de tu aroma, sin embargo me contuve y terminé consiguiendo el número de la chica en cuestión.
Aun
así, me quedé con los recuerdos de tu esencia, que poco a poco me llevaron por
la senda de memorias ya pasadas y que quizás pretendas haber olvidado. Salí
huyendo de toda aquella gente banal y consumista. Me refugié en el parque más cercano, caminando sobre la
hojarasca muerta de los árboles.
Caminando,
pensando, crujido…
Caminando,
pensando, crujido…
Caminando,
pensando… Las hojas secas quebrándose bajo mis pasos, como bien sospechas, me hicieron
acordarme nuevamente de ti...
Ya
ves, estás en los parques y en las plazas… no hablemos de los bares y las
cafeterías ni mucho menos de aquel restaurante donde extraviaste alguna vez tu celular…
Justo ahora esos lugares repletos de memorias están de más... o tal vez es que
los hecho demasiado de menos.
Mis
amigos, con la intención de alegrarme, me dicen que me lo tome con calma, que
todo pasará con el tiempo y que las cosas mejorarán aun a pesar de mi
resistencia y vacilación. Que los recuerdos tienen fecha de caducidad y que
depende de cada uno decir: "Hasta hoy…" Y llevarlo a cabo. Tal vez están en lo
cierto, quizás el amor está a la vuelta de la esquina o en un pub que antes no
conocía. Tal vez espera en algún café, o está pisando la hojarasca en otros
parques porque evita, como yo, los centros comerciales. Es posible que esa otra
mitad complementaria también escriba palabras sinsentido creyendo que sus
palabras sobran, que no alcanzan, porque piensa que no dicen nada. Y es
probable que al final, también concluya, que estás ilusiones no son más que fantasías que uno inventa para
aliviar el alma.
C.S.V.R.
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