jueves, 18 de julio de 2019

Solo somos amigos...

¿Alguna vez han tenido problemas con sus parejas por culpa del amigo o la amiga “incómodos”? Bueno, no se sientan solos. Esto ocurre con demasiada frecuencia en muchos casos, no es que esté bien, ni que sea lo indicado, solo ocurre y debemos aprender a tomarlo de la mejor manera sin la urgente necesidad de crear un escándalo o cometer el error de generar un conflicto. En lo personal, me ha tomado mucho tiempo aprender este concepto tan simple. 

Bueno, el día de ayer una de mis mejores amigas publicó en mi Facebook un vídeo en el cual celebrábamos diez años de amistad en dicha red social. Agregando a su comentario que en realidad eran tres años más, puesto que nos conocemos desde el bachillerato. Les ayudo a hacer cuentas, estoy cerca de cumplir los 29, a menos de medio año de hecho. Y mientras platicábamos en el transcurso de la tarde, bromeábamos un poco acerca de ciertos temas bastante tópicos, burlándonos de algunas anécdotas del pasado.

En algún momento de aquella breve conversación, salieron al tema las ilusiones que teníamos cuando apenas íbamos a cumplir dieciocho años, los sueños que planteábamos en aquél entonces y las enormes ilusiones que teníamos respecto del amor. Ahora tomamos esos temas para burlarnos de nuestra realidad. No es un discurso fatalista, simplemente hemos aprendido a ver la vida con distintos ojos y de forma diferente a la visión idealista de aquellos años. Hemos madurado. O al menos eso suponemos.

Siendo francos, no somos unos doctos en el tema de la madurez; las veces que hablamos seguimos sacando temas tan chuscos como aquellos días, evocando tal vez a la nostalgia o quizás porque nuestra amistad es así: llena de historias divertidas, con absurdos al momento de contarlas y la enorme intención de reírnos todo el tiempo. Sin embargo, no somos los mismos de hace diez años, bendito Dios.

Estos últimos años, que han pasado como un aparente suspiro, nos han dejado una colección de anécdotas y recuerdos. También una colección de cicatrices que hemos compartido el uno con el otro.  Hemos pasado por rupturas, noviazgos, ilusiones, trabajos, asensos, emprendimientos, maternidad, soltería… Y todo aquello lo hemos vivido a la distancia, puesto que ella lleva varios años viviendo en otro estado. A veces nos gusta recordar los buenos tiempos, donde nuestra mayor preocupación era aprobar una materia o resolver los problemas con nuestra pareja en turno… Ahora nuestras prioridades han cambiado, en algunas ocasiones de súbito, pero seguimos compartiendo ese cumulo de experiencias para mantenernos al día, darnos un consejo y a la larga, burlarnos de aquello que en algún momento fue herida. Sí, el bullying entre amigos es real y mucho más frecuente de lo que nos gustaría reconocer.

Les cuento una de mis anécdotas favoritas con ella.

Este es el preámbulo: Cuando íbamos en el último año del bachillerato, a punto de elegir nuestros futuros universitarios tuve una novia, la cual no le caía nada bien a mi amiga. Entonces cuando salíamos al cambio de clases nos quedábamos algunas veces platicando sobre cualquier tema en el pasillo, afuera del aula. Si mi amiga veía venir a esta persona de su salón hacia el nuestro, de la nada empezaba a abrazarme. Y sí, correspondía su abrazo. De haber estado de moda en aquellos años seguramente alguien hubiera editado algún vídeo con la estrofa que dice: “Ese compa ya está muerto…”.  
Acto seguido la novia en cuestión se enojaba, hacía entripados y obviamente se molestaba conmigo… Cuando le contaba al día siguiente a mi amiga que había discutido con esta persona, ella se desternillaba de la risa, con la misma alegría que un niño cuando realiza una travesura según sus planes. Al final se excusaba con la única realidad existente: Dile que no friegue, solo somos amigos.

¿Cuál es mi parte favorita de la anécdota?

Pasados algunos meses y antes de que concluyera el curso escolar, ella empezó a andar con uno de mis mejores amigos. Sí, yo era el mediador en sus broncas… Cuando discutían, hablaba con ambos, conocía sus versiones respectivas de la historia e intentaba conseguir que hablaran… siempre se contentaban, pero creo que le agarraron cierto gusto  a que un alguien más, es decir yo, interviniera para hacer que se reconciliaran. Bueno, un día llega muy molesta y me dice: “¡Tú sabías y no me dijiste nada! Pensé que éramos amigos.” (Sí, con ese fatalismo de la juventud.)

Los vuelvo a poner en contexto. Resulta ser que, aparentemente, una compañera nuestra había sido la pretensión amorosa de mi amigo en algún momento, que por aquellas cosas del destino nunca llegó a concretarse. Después de alguna actividad, trabajo, o sabrá Dios que había ocurrido aquél día, mi amigo acompañó a esta chica a su casa y como siempre pasa en estos casos, alguien los vio, ese alguien le comento a otro más creando una cadena de rumores que se expandió hasta detalles que nunca ocurrieron, pero que llegaron a oídos de mi amiga.

-“Pensé que éramos amigos.” - Volvió a repetir.
-“Lo somos.” – respondí. – “Pero dime ¿Qué pasó?” – por lo menos para saber que responder, pensé.
-“¡Eres un cabrón y él más! ¿Pero tú por qué le andas tapando sus fregaderas?

Más contexto. El día de dicha actividad, trabajo o lo que haya sido, mi amigo y yo íbamos juntos, por ende nos regresaríamos juntos, porque además vivíamos a pocas calles de distancia. De último momento él me dijo que se regresaba en camión a su casa, no pregunté más, no tenía por qué hacerlo. Obviamente dejé que se fuera por su lado.

-“Tú sabes que se fue con esa chica” – No dijo chica. – “¡Y no me dijiste nada!” – Recomendación: Agreguen tono molesto, melodramático.
-“Yo no sé a dónde fue.” – Y era la verdad. (¿O sí sabía? La verdad es que no me acuerdo muy bien de aquel pequeño detalle…) – “¿Qué pasó?” – Insistí.“Cuéntame bien el chisme”, pensé.
-“Pues me dijeron que estaba en casa de esta fulana.” – No dijo fulana. – “Y según los vieron besándose.

Horas más tarde vi a mi amigo. Y al igual que con ella, nunca nos hemos guardado ningún secreto, entonces sin temor a la mentira y sabedor de que me contaría como habían ocurrido las cosas, le pregunté abiertamente sabiendo de sobra la respuesta. Y en efecto acerté, no lo había hecho… Aun así él tenía una bronca que no sabía cómo solucionar. Lo ayudé, en parte, con una frase que tenía tiempo queriendo ocupar aunque fuera de forma indirecta.

-“Bueno… ¿y quién te lo dijo?” – pregunté. Lo cierto es que no recuerdo su respuesta en aquel momento, seguimos platicando por largo rato, hasta que se percató que en efecto no tenía nada que ver con aquel dichoso cuerno que nunca ocurrió. Después de que la molestia se le pasara, quedamos en hablar los días siguientes.

El fin de semana dio paso al lunes, nos volvimos a ver. Le pregunté qué había pasado y me respondió. “Te pasas.” Con una sonrisa maliciosa y una mirada inquisitiva. “¿Por qué?” respondí. En resumen, ellos habían solucionado su problema, ella le creyó cuando él le dijo que no la había besado (amén que dicho amigo es muy mal mentiroso.) y estaban de maravilla… felices como lombrices.

-“Solo hay una cosita…” – dijo mirándome fijamente.
-“¿Qué cosita?” – pregunté sonriendo. En aquél momento confirme sus sospechas.
-“Después de discutir y aclarar las cosas recordé algo que me dijo a mitad de la conversación, cuando le reproché porque había acompañado a esta chica hasta su casa.” – me miró sonriendo. –“¿Sabes qué me respondió el muy canijo?”
-“Ni idea amiga…” - Mentí.
-“Me dijo: Pues sí, sí la acompañé… pero ¿Qué tiene de malo? No la friegues… Solo somos amigos…” – “¡Tómala!” Pensé, al tiempo que ella me echaba una mirada de odio mal disimulado. – Y esas palabras solo pudieron venir de alguien.
-¿Ah sí? ¿Y de quién?
-¡Pues de ti mendigo! – dijo al tiempo que me daba un puñetazo en el brazo, muriéndonos de risa al mismo tiempo. Mi deuda estaba saldada.

Tenemos muchas anécdotas como esta, por ejemplo… Ella tiene una muy buena sobre mí con una canción que se llama “Spanish Girl”, tiene que ver con nuestra fiesta de salida de la escuela y cada vez que hablamos, cuando no hay un tema de urgencia sobre la mesa, saca a colación aquella situación. Se las contaría… pero ella la narra mejor.

¿Qué pasó con el tiempo? Ellos terminaron y cada quien hizo su vida, como ocurre en estos casos. Afortunadamente mantengo el contacto con ambos. ¿Qué no ha cambiado? La amistad y la confianza que tengo hacia ellos. Seguimos siendo los mismos niños, solo que con unos años de más y con un poco más de más experiencia y responsabilidades que antes. La vida ha pasado tan rápido que es en momentos como estos, recordando las peripecias de los años escolares, cuando se aprecian las experiencias que nos ha brindado la vida hasta ahora. Y no me queda ninguna duda. Recordar, es volver a vivir.

Postdata: Nunca les contaré la anécdota de Spanish Girl...

Aviso: Los nombres han sido omitidos para preservar el anonimato de los involucrados, la historia es verídica, así que cualquier parecido con la realidad, no es ninguna coincidencia.

miércoles, 17 de julio de 2019

Procrastinación y viajes en el tiempo.

La RAE define el término "Procrastinar" como un verbo transitivo, que significa diferir o aplazar. Desafortunadamente me considero un campeón de dicha acción. Justo en este momento, aprovechando las vacaciones, debería darle servicio al pequeño jardín de la casa, limpiar un par de rejillas que ayudan a combatir las inundaciones que pueden generar las lluvias de verano, las cuales al estar colocadas en la parte exterior sobre la banqueta, se acumulan de basura y uno que otro objeto que los niños traviesos introducen en su interior como parte de un juego que no termino de entender. También debo colocar unos muebles de madera que van directamente sobre los muros de la oficina que se ubica en la entrada de mi domicilio.
Pero aquí estoy, intentando recordar donde dejé el líquido antiplagas, observando una de las rejillas y mirando directamente los muebles que me ven con un dejo de súplica en la madera. Podrían pensar que son actividades que pensé la noche anterior para el día de hoy... Pero la realidad es que las planeé desde el viernes de la semana anterior.

Una vez más enfrente de la computadora, cambié el plan de actividades hogareñas, para terminar de escribir los tres capítulos que debo agregar a la novela en la que llevo tiempo trabajando. Evidentemente el plan no salió de acuerdo a lo establecido. ¿Qué ocurrió? ¡Soy un amante de las historias de fantasía y ciencia ficción!  Youtube lo sabe de sobra y tuvo a bien recomendarme un vídeo en el que hablan de John Titor. Y como podrán sospechar viendo dicho video y otros más relacionados he aplazado por un tiempo esa actividad. ¿No conocen su historia? No se preocupen, se las cuento a grosso modo.

Por allá en el año 2000, apareció en blogs de Internet, un usuario llamado "TimeTraveler_0" decía ser un viajero en el tiempo del año 2036. ¿Su objetivo? Viajar al año 1975 para conseguir un procesador IBM 5100, con el cual podrían corregir errores de código de un programa que crearía serios problemas en los sistemas informáticos de aquel año, en su línea temporal.

Conforme fueron pasando las semanas, la actividad del usuario se volvió más habitual, dando diversos datos sobre él y su tiempo. Dijo llamarse John Titor, elegido para esta misión puesto que su abuelo paterno había formado parte del equipo de trabajo que creo el procesador.

¿Por qué viajó al año 2000? Según él, por razones personales: tomar o recoger (depende la versión de quien cuenta la historia y su traducción) unas fotografías que se habían perdido durante la guerra civil estadounidense que ocurrió en el año 2004. (De su línea temporal) La euforia en Internet fue brutal, cientos de usuarios de estos portales, pedían más y más datos respecto al futuro cercano. John no los desilusionó del todo. 
Después de la guerra civil, EUA quedaría dividida en cinco territorios.
El viajero anunció una cruel noticia: La tercera guerra mundial daría comienzo en el año 2015, Rusia llevaría a cabo ataques nucleares sobre ciudades de Estados Unidos, Europa y China. El país norteamericano contraatacaría, ganando la guerra. (Cual guión de Pearl Harbor) La curiosidad relevante: EUA tendría en aquel momento, durante el curso de la guerra, un presidente de color. (Algunos entusiastas han hecho referencia al ex-presidente Barack Obama, dando esta predicción por medianamente acertada.)

En marzo de 2001 John realizó su última publicación. Desde entonces nada se sabe de dicho viajero.
En sus publicaciones dejó una serie de explicaciones sobre los seis elementos que necesita una máquina del tiempo para poder lograr su objetivo, además agregó fotos de sus supuestos viajes y de los elementos que componían su artefacto. 
Por cierto, cabe mencionar que él realizó su viaje gracias a estos elementos, los cuales fueron instalados en la parte trasera de un Corvette 1967.
Porque cuando viajas en el tiempo, debes hacerlo con estilo y buen gusto. ¿No?

Además de estas cuestiones, John Titor manifestó que la "paradoja del abuelo" era imposible. Puesto que todo suceso o decisión cuántica, da paso a otro "universo separado", por lo que sí John mataba a su propio abuelo, su línea temporal o su propia existencia no se vería afectada. 

En fin, John Titor desapareció, pero dejó un legado de seguidores que lo defienden como un personaje real. La primera vez que tuve noticias de este viajero en el tiempo, fue en el año 2005 o 2006, en aquel entonces era un fervoroso lector de la publicación mensual de la revista "Muy Interesante", recuerdo que en aquel tiempo, a la edad de catorce o quince años, los viajes en el tiempo se habían convertido para mí en una obsesión, llegando a plantearme la posibilidad de estudiar  física. Mi sueño era viajar en el tiempo... Culpo en parte al autor J.J.Benitez y su obra "Caballo de Troya"... (¿Quién no querría viajar al año 30 y platicar con Jesucristo?) Además de "La maquina del tiempo" de H.G. Wells y el cuento corto de Ray Bradbury "El ruido de un trueno". (Estás dos últimas con adaptaciones al cine.)

Mis sueños se vieron frustrados en el tercer año de bachillerato después de aprobar a los tumbos las materias de cálculo integral y calculo diferencial, desde entonces abandoné el sueño de viajar en el tiempo; las matemáticas y yo tenemos una relación de respeto mutuo. Distanciada.
Sin embargo, las ilusiones se mantienen. Descubrí que hay otra forma de viajar en el tiempo: a través de  la imaginación... Y no, no me voy a aventar un rollo metafísico, del cual se bastante poco, o mejor dicho, nada.

Pero lo cierto, es que descubrí que se pueden crear mundos a través de la observación. Soy un neófito sobre las teorías de viajes temporales, o bien de las hipótesis de universos paralelos. Sin embargo, no puedo negar la existencia de estos últimos, no de forma tangible obviamente, pero si de una manera extrasensorial. 

Me explico: sabemos que en la realidad que vivimos no existen dragones, ni la magia propiamente dicha. Pero, no podemos negar la existencia de esos "universos" a través de las historias de "Harry Potter""El señor de los anillos""Canción de hielo y fuego" con su adaptación en "Juego de Tronos"; entre otras muchas más, con mención particular a los multiversos de DC y Marvel.  Gracias a la imaginación de grandes autores de fantasía y ciencia ficción, podemos transportarnos a esos mundos, vibrar con sus aventuras, amar, odiar o temer a los personajes. (De acuerdo... esto no tiene nada que ver con universos paralelos, volvamos al tema.)

En este orden de ideas, la  "John Titor Foundation" (Sí, existe una fundación.) publicó el libro "Jhon Titor: A time traveler's tale" en el cual se discuten sus mensajes. Me gustaría dar más detalles al respecto, pero desconozco el contenido completo de la obra, la cual se encuentra disponible en Amazon, por si alguien se interesa en saber más respecto al tema. Me he planteado la idea de comprarlo, siendo francos prefiero leer a Asimov; pero existen por lo menos dos cuestiones que carcomen mi ansía de querer saber más respecto a John. 

La primera, más allá de que no le atinó a ninguna de sus supuestas predicciones (Nostradamus debe estar decepcionado) existe un detalle adicional en sus relatos: él mismo aseguraba que al contar estos sucesos, probablemente nuestra línea temporal se vería afectada y por ello, los eventos no se desarrollarían de la misma manera, sino con algunos o muchos cambios... (Que conveniente.) Lo cual aparentemente ocurrió si es que damos sus historias por ciertas. ¿Por qué no me deja del todo satisfecho? Bueno... hay algo peor que un spoiler... y es un mal spoiler. Ya no me siento parte de su historia, sino de una completamente diferente, una en la que los viajes en el tiempo siguen siendo un tema de ficción... ¡Vaya decepción!

La segunda. Hasta donde sé (y alego a la ignorancia) no especifica cuáles fueron las condiciones para su regreso a su línea temporal. Ojo, no soy ni pretendo ser un experto en el tema, pero seguro que con el próximo ejemplo absurdo podré explicarme de mejor manera. 
Dragon Ball Z explotó el recurso de guión de los viajes en el tiempo. (Hasta el momento, en dos ocasiones... ¡Alguien se está quedando sin ideas para su historia! Porque cuando aplicas los viajes en el tiempo en una historia que no va de ello... sin duda necesitabas una especie de Deus Ex Machina que te salvara del apuro...) ¿Cuál es el problema? Cuando Trunks le da la medicina a Gokú, se va para viajar al momento en el que los androides hacen su aparición... y ¡oh! ¡Sorpresa! ¡No son los mismos androides! Trunks, con su irrupción en el tiempo, cambió la historia. Hasta este momento, punto para Titor.
Sin embargo una vez que Gohan derrota a Cell, Trunks vuelve al futuro... A su línea temporal pero ¿Desde qué punto? Es decir... Él cambió la línea temporal presente ¿si viaja al futuro no viajaría a ese futuro que cambió y no al suyo? Entonces ¿No debió viajar nuevamente al punto que creó ese cambio en la historia, en este caso antes de darle la medicina a Gokú, para poder volver a su futuro sin que existan anomalías?  ¿Me explico? 
Esto me pasa con John Titor, si viajo a su tiempo ¿Desde qué punto fue? ¿Desde la realidad que pudo haber cambiado, es decir, nuestro tiempo? o bien ¿Regresó al año 1975 antes de encontrar el procesador? Y lo más importante de todo ¿Para afirmar la no existencia de la paradoja del abuelo mató a su propio abuelo sin desaparecer? ¿Estuvimos frente a un viajero del tiempo homicida? Sí así ocurrió ¿Fue en nombre de la ciencia?
Su partida me deja muchas incógnitas inexplicables al respecto.

¿Tienes las mismas dudas que yo en este momento?
Bueno... 
¡Bienvenido al mundo de la fantasía y la procrastinación!

Postdata: No sé ustedes, pero a pesar del hermoso diseño del Corvette 1967, la nostalgia me indica que John, para hacer más creíble su historia, debió haber viajado en un DeLorean.

lunes, 15 de julio de 2019

Poetas, cantantes y películas españolas.


¡Bienvenidos!

Esta es la primera entrada de este nuevo blog, hace siete años tuve otro, el cual fue un rotundo fracaso. Hoy intenté rastrearlo, pero ha sido eliminado. Este es un nuevo comienzo. 
¡Así que aquí vamos! ¡Directo a la aventura!

No sé todavía cual sea el destino de este blog. Podría difundir algunos de mis escritos (novelas y poemas) pero un amigo especialista en derechos de autor me ha recomendado evitarlo, puesto que el contenido en Internet es público... y por tanto, al no estar registrados algunos textos, no tengo control sobre los mismos. El tiempo dirá si resulta o no viable difundir algunos otros trabajos que no tengan como destino ver la luz editorial alguna ocasión. Tranquilos, tampoco les daré "basura" literaria... pero podríamos llamarlos "bocetos inacabados". O Inspiración.

En fin. Vamos a ello.

En este momento, frente a la computadora, tengo puestos los audífonos escuchando una playlist de Marwan en Spotify. Debo reconocer que al mencionado escritor y cantante tiene bastante poco tiempo de haberlo escuchado. Mi primer contacto con él fue hace casi un año... o tal vez un poco más de tiempo, no recuerdo la fecha, pero sí la circunstancia. 
En aquél entonces tenía el que hasta ahora ha sido mi noviazgo más largo. Estábamos peleados por alguna circunstancia y al borde de la ruptura. 
Mitad pensando en cómo solucionar las cosas, mitad perdiendo el tiempo en redes sociales, una de mis primas publicó un poema llamado: "La historia de los amores imparables." Poema increíble, aun para alguien que no gusta de la poesía contemporánea. Lo escuché tres veces... y se lo envíe a mi pareja. Debo agradecerle a Marwan, porque en aquella ocasión y una segunda vez, meses posteriores, salvó mi relación. La tercera vez poco pudo hacer... pero no puedo responsabilizarlo. Ya había hecho demasiado por nosotros.

A principios de este año mi pareja se convirtió en mi ex. 

Aquella noche recordé aquel poema... lo escuche varias veces. Con el paso de las horas del insomnio descubrí muchos más y algunas canciones. Desde entonces, se ha convertido en mi artista predilecto en este duelo que vivo día con día.
A veces cantamos a dúo en los recorridos largos, cuando debo viajar de una ciudad a otra por la carretera por motivos de trabajo. Mi hermano pone los ojos en blanco cuando me toca elegir la música cuando él va manejando, porque únicamente escuchamos esas canciones... y se dobla de la risa cuando escucha mi pésima voz haciendo los coros. Pero yo creo que la música y la escritura son las mejores formas de drenar lo que uno lleva dentro: alegría, dolor, esperanza, pena, amor, desinterés... da igual el sentimiento, cuando se canta o se escribe (Aún a pesar de no contar con una voz privilegiada o con la técnica adecuada para plasmar las ideas en el papel) se libera parte del alma y ayuda a estabilizar las emociones.

Justo ahora suena "La conocí el próximo verano"... Se las recomiendo.

Después de aquella noche, pasadas algunas semanas, entré a una librería y busque con pocas esperanzas un libro del autor. ¡Grande fue mi sorpresa al encontrarlo! El libro, además del poema mencionado, cuenta con un largo catalogo como "Y no lo encuentro" o "No me sirve", los cuales he disfrutado en voz de María Escámez.
Pero sin duda, el poema que más me gusta es uno titulado "El increíble viaje del amor de cada uno"
No les daré adelantos... no pienso robarles la magia de leerlo por vez primera. Pero vale mucho la pena.

Resulta curioso. No sé qué manía sea. Pero cada vez que alguna de mis relaciones termina, por alguna razón inexplicable termino refugiándome en cantantes españoles. La última vez que pasé por esta circunstancia me convertí en un fan indómito de Zahara, de la cual solo había escuchado la canción "Con las ganas", como parte del soundtrack de la película "Tengo ganas de ti". Aunque no con la misma regularidad, la sigo escuchando alguna tarde que resulta necesario. Esperando ser el "Chico fabuloso" alguna vez.

Lo reconozco: Soy un cursi profesional...

Bueno, así son las cosas. 
Para rematar este breviario de poetas y cantantes españoles, hasta hace algunas semanas descubrí una película que me fascinó. "Nuestros amantes." con la actuación de Michelle Jenner. Si no la has visto, no lo dudes, pasarás un buen rato. A pesar de ello, seguramente en Facebook  te ha aparecido como recomendación el vídeo de una chica que aborda a un tipo en una librería-bar, y le propone un juego, sin saber sus nombres, sin darse sus números y con la consigna de que está prohibido enamorarse. De esas cosas que solo ocurren en el séptimo arte. Pero de la película me quedo con una frase muy importante: "Te dejó por la misma razón por la que dejamos y nos dejan. Cree merecer algo mejor que tú..." 
"¡Pedazo de cabrón!" - exclama el personaje de Michelle en dicha escena.

Finalizando esta entrada les comparto que la semana pasada, el día jueves, tuve que viajar de Puebla a  Tecali, no es un recorrido muy largo, tal vez media hora. Justo por esa zona, en la salida a Tecali, compré un terreno. (Ese no es el punto.) 
Después de aquel recorrido, más tarde tenía una comida, entonces iba muy de traje y de corbata. Pensé: "¿Por qué no pasar al terreno?" Y así lo hice.

Resultado: La noche anterior había caído una tormenta, el terreno es baldío todavía, entonces el auto se quedó estancado a medio camino. Mis zapatos y el traje quedaron hechos una pena... Afortunadamente unos pastores estaban muy cerca del lugar, me apoyaron y me ayudaron a salir del fango (literalmente). 
No sé sus nombres, pero quedé muy agradecido con ellos. Aún queda gente dispuesta a ayudar al prójimo. 
De camino a casa, para cambiarme la ropa y el calzado moría de risa, pensando en lo descuidado que había sido, todo por estar a media canción, en pleno concierto particular, sin tener que afectar tímpanos ajenos.
Siempre hay que ver el lado bueno de las cosas.

¡Buena vibra!
(Terminamos esta entrada, mientras suena: "Mi paracaídas")

Postdata: Te amo.

Nota aclaratoria: Esta publicación la escribí hace algún tiempo, sin haber encontrado el momento indicado para publicarla. Hoy me ha parec...