lunes, 9 de diciembre de 2019

Segunda división. - Poema en prosa.


“Después de un año en segunda división,  lidiando partidos diarios contra mis propios demonios y fantasmas; el equipo tiene una nueva cara, preparado para volver a competir en los grandes escenarios de la vida. No ha sido un reto sencillo pero he sacado fuerzas de flaqueza; cada mañana me levanto con la emoción de un corredor que está a punto de correr su primera maratón. Los sentidos se desbocan, se aceleran los latidos y mi mente no piensa en otra cosa que superarlos cotidianamente. A lo largo de este tiempo he fallado muchas veces, pero como en cualquier deporte analizo cuales fueron los mejores aspectos del juego anterior, para seguir trabajando, mejorarlos y afrontar la siguiente prueba del mejor modo.

No es cosa sencilla combatirlos, muchas veces me traicionan. Estaban tan acostumbrados a gobernar que al sentir un poco de rigor se sienten temerosos, reaccionando de forma agresiva e intempestiva, su organización dentro de la cancha es tramposa y mezquina, lanzado golpes que el referee no sanciona, dando patadas en los puntos más sensibles, intentando lesionar por completo al equipo y saboteando cada jornada con la intención de hacernos descender una división más. No ha sido fácil evitarlo; pero ahora mismo que preparo la pretemporada para el próximo torneo, la experiencia de esos golpes han fortalecido sobremanera al club.

Hace algunos días, con la intención de mejorar el estilo de juego, contemplé la posibilidad de darle oportunidad al Corazón de integrarse al campo nuevamente. Es un veterano que viene saliendo de una lesión importante que lo dejó apartado de las canchas mucho tiempo, apenas se está recuperando, pero el médico le ha dado el alta y él mismo me ha solicitado en los últimos entrenamientos unos minutos de juego. ¿Cómo no contemplarlo si por mucho tiempo fue nuestro mejor jugador?

Cerebro, como nuevo capitán, al enterarse se sintió algo preocupado por el equipo y su posición; pensaba que aún no era el momento de que se integrara por completo, que debía seguir en reposo antes de volver siquiera a los entrenamientos; pero en realidad es envidioso, le ha sentado bien orquestar los partidos desde que el Corazón salió convaleciente de aquella final de promoción en que perdimos, lo cual a la postre nos mandó a segunda división.

Por su parte el Corazón, como 10 del equipo y otrora estrella de la plantilla, empezó a hablar con los sentidos, convenciéndolos de que se encuentra totalmente recuperado, que está preparado para una revancha personal con la intención de obtener por fin un campeonato. Dicho de otro modo, orquestó una guerra civil al interior del vestidor, ganándose la confianza de algunos aliados.

He tenido que sentarme a hablar seriamente con ambos. He escuchado sus puntos de vista, sus preocupaciones y sobre todo cuál es su compromiso con el equipo y la Institución. Corazón acusa a Cerebro de haber jugado de modo defensivo todo este tiempo, empatando algunos partidos pero sin lograr ninguna victoria significativa. Cerebro por su parte, le recrimina que antes de la lesión siempre estaba en fuera de lugar y que si bien orquestaba un juego fino al principio de temporada, la fama le empezó a pesar olvidándose de su compromiso con los demás, preocupándose más por fotos que por acciones de juego y que su falta de ritmo nos causó un descenso por demás anunciado. Han discutido largo tiempo diciéndose verdades a la cara. Corazón, emocional como es, estuvo a punto de lanzarse a los golpes, pero se contuvo partiéndose en llanto antes siquiera de asestar un derechazo. No quiso lastimarlo, porque sabe de sobra lo que es sentirse herido. Al final reconoció algo de lo cual ya nos habíamos percatado, que aun siente una punzada cuando corre, pero confesó que estar fuera lo lástima mucho más...

Hemos llegado a una conclusión después de muchas horas de debate, al final se han dado la mano fundiéndose en un abrazo, recordando los grandes partidos que han disputado en el pasado que dejaron muchas alegrías a la plantilla y a la afición. Como encargado deportivo de este equipo, he decidido al final llevar a Corazón a la banca y darle poco a poco unos minutos para que recupere algo de condición. La capitanía por ahora seguirá en manos de Cerebro, pero hemos acordado que el juego defensivo debe ser modificado para la próxima temporada, debemos arriesgarnos y lograr victorias que no dejen lugar a dudas de quién saldrá campeón. 

Como sorpresa final, he anunciado la integración de un refuerzo: Confianza. Un viejo conocido que se había retirado prematuramente, pero que al ver la necesidad de sus compañeros, ha vuelto a casa dispuesto a llevarnos por las sendas de la gloria. Su llegada ha sentado bastante bien en el equipo, los ha inyectado con ganas de superación, recordándoles glorias pasadas y asegurándoles que pronto, muy pronto, volveremos al lugar que nos pertenece. ¡Qué equipo estamos formando! Con la triple “C” como referencia en el ataque... Cerebro, Confianza y Corazón.

En segunda división tendremos que lidiar con demonios, fantasmas, pasado, angustia, desesperación y fracaso. Son equipos fuertes que se han consolidado por años en la liga del olvido. Sin embargo, después de un año en este certamen Cerebro ha podido conocerlos, analizar su forma de organización y saboteo; sin duda alguna tenemos las mejores armas y elementos para ganar cada partida  con un único propósito firme: Regresar a primera; más fuertes y con mayor pundonor.”
C.S.V.R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Postdata: Te amo.

Nota aclaratoria: Esta publicación la escribí hace algún tiempo, sin haber encontrado el momento indicado para publicarla. Hoy me ha parec...